El periodismo cultural en tiempos de pandemia

Por Heidy Cepero Recoder. Musicóloga

El pasado 16 de junio se celebró el tercer Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural. Un encuentro que, en esta ocasión, ocurrió de forma virtual en la página digital de la AHS, debido al contexto de la pandemia por COVID-19 que, por estos días, nos ha hecho rediseñar los espacios naturales donde se realizaba normalmente.

El Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural es desarrollado por la Sección de Crítica e Investigación de la filial camagüeyana de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) para debatir, reflexionar y promover las líneas de trabajo del periodismo cultural, sobre todo hecho por jóvenes en Cuba.

El evento organizó un foro debate titulado “Tocar la cultura en tiempos de pandemia”, cuyos invitados principales fueron Pedro de la Hoz, escritor, periodista, crítico y vicepresidente de la UNEAC; José Luis Estrada, periodista y jefe de la sección cultural del periódico Juventud Rebelde; Yanetsy León González, reportera del periódico Adelante, de Camagüey, coordinadora del Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural en Cuba y máster en Cultura Latinoamericana y la argentina Gloria Kreiman, periodista cultural, coordinadora de Comunicación Digital de Gobierno de Córdoba en la agencia de publicidad JPG Grupo de Comunicación y miembro de la comisión directiva del Cineclub Municipal Hugo del Carril.

Además de los especialistas invitados, participaron periodistas de la Unión de Periodistas de Cuba, otros trabajadores de los medios, directivos del periódico Adelante y miembros de la Asociación Hermanos Saíz.

Pedro de la Hoz compartió que, debido a la crisis sanitaria la vida cultural en Cuba y el mundo se ha alterado, pero para ello han surgido varias alternativas: “muchos artistas se han sentido estimulados a crear y compartir lo que tienen. Aunque sucede que no todo lo que crean y comparten por sí mismo vale. No bastan buenas intenciones. La creación y la difusión de la creación exigen rigor. El periodismo cultural en Cuba también exige rigor y no siempre ha sabido cribar entre lo esencial y lo accesorio, entre el grano y la paja. Sobra farandulerismo y falta análisis”.

Yanetsy León planteó que “Generar contenidos desde la casa no ha sido un reto difícil, gracias a la creatividad y a la astucia de los artistas, actores de una zona de la cultura que sigue siendo la mayor privilegiada por el periodismo cultural. Claro, la vida online ha condicionado la jerarquía de la agenda mediática y, por ende, la desventaja para quienes no asoman como quisieran en el ecosistema digital. Eso agudiza el problema contemporáneo de valer según la hiperconectividad”.

Esta crisis mundial ha obligado a muchos artistas a rediseñar sus propuestas culturales y a adentrarse en un contexto virtual que era ajeno para la mayoría. En el caso de los músicos, las propuestas audiovisuales en su mayoría son impulsadas por la emoción del momento y las temáticas se basan sobretodo en el canto a la pandemia, los médicos o sentimientos que brotan a partir del encerramiento o sucesos que ven en las redes. Otro grupo no tiene acceso a las redes o dispone de escasa conectividad, por tanto, quedará silenciado en esta etapa; como es el caso delos formatos grandes como sinfónicas, música popular bailable o portadores de tradiciones que desde casa no pueden trabajar.

En estos tiempos, a los periodistas culturales se les ha reducido el objeto de estudio a lo que se visibiliza en las redes o encuentran de forma personal. Como dice Pedro de la Hoz, hay que buscar las historias de los artistas que vale la pena reseñar o criticar para el crecimiento de nuestra cultura.

Para quienes participaron en el foro debate, el género más desafiante es la entrevista. Aunque entrar al mundo de ese ser humano requiere preparación cultural, sigue siendo el preferido por el ejercicio del criterio. La pandemia ha limitado la posibilidad de la cercanía, de mirar a los ojos sin tener otra preocupación que la de tocar lo profundo del entrevistado. Pedro de la Hoz plantea que “ahora se dialoga mucho por las redes sociales, lo que hay que escoger y echar a un lado mucha hojarasca; por ejemplo, he descubierto nuevas posibilidades de superación y retroalimentación al unirme al grupo en Facebook “Música clásica cubana”, que modera desde Los Ángeles, CA, el compositor y amigo Yalil Guerra”.

Un planteamiento reiterado en las ediciones del Coloquio Nacional sobre Periodismo Cultural fue el ejercicio de la crítica. En pleno aislamiento social pudiera enfocarse en la programación televisiva y en las llamadas ofertas de las redes sociales. He ahí otro terreno por aprovechar pues circulan imágenes falsas y superficiales que refuerzan la llamada era del vacío. En ese sentido, el moderador Yasel Toledo adicionó: “En medio de la variedad, ha sido escasa la crítica periodística, capaz de alertar, orientar y contribuir a una jerarquización cada vez más coherente”. El también vicepresidente nacional de la AHS añadió: “Tampoco se trata de lanzarse solamente con voluntad a ese propósito que puede ser peligroso, si no poseemos las herramientas y conocimientos necesarios. Sería favorable que existan cada vez más alianzas entre periodistas y otros profesionales como musicólogos, teatrólogos, críticos literarios…”

Sobre el criterio anterior, Pedro de la Hoz acotó que “para que musicólogos, teatrólogos y especialistas en danza escriban debe haber una muy seria formación comunicacional. Escribir para comunicar ideas, redactar para que se entiendan los mensajes, hablar para que se comprenda lo que dicen… eso no abunda, las excepciones de notabilísimos críticos confirman la regla. Hace más de una década propusimos a la Universidad de las Artes introducir un taller opcional de periodismo y comunicación en la formación musicológica, como parte del currículo de pregrado. Propuesta muerta”.

A eso apunté que en la carrera de Musicología se dan algunas herramientas periodísticas e imagino que en las otras especialidades igual, pero es solo en la práctica profesional donde realmente se adquieren esos conocimientos. Es cierto que el éxito de hacer buen periodismo lo da el ejercicio y el perfeccionamiento diario, pero, sin dudas, tener una base desde la universidad sería de mucha ayuda. Argeliers León decía que “no es que formemos  críticos de música, sino que formemos músicos como críticos.[1]

Pueden existir muy buenos trabajos periodísticos sobre música, si hay un conocimiento real de esa manifestación: Pedro de la Hoz es un ejemplo de ello. Quienes se dediquen a ello deberían tener algún conocimiento mínimo pues si no, se queda en el nivel descriptivo y superficial al no ser capaces de decodificar las obras. Para lograr trabajos de calidad se deben lograr alianzas entre musicólogos y periodistas, porque cada uno tiene conocimientos particulares; unos, el musical y otros, los de la comunicación. De la Hoz precisó: “De esos músicos que hicieron periodismo aprendí y aprendo mucho: Natalio Galán, Edgardo Martín, Harold Gramatges, Teté Linares, Ñola Sahig, Hilario González y, por supuesto, Alejo Carpentier”.

Por su parte, la argentina Gloria Kreiman compartió algunas particularidades en la cultura y su comunicación durante la pandemia de coronavirus en su país: “Córdoba, la segunda ciudad más grande de Argentina, no es una excepción en esto y sus expresiones culturales (que son muchas, variadas y muy valiosas) se han visto profundamente perjudicadas de diferentes maneras”. Informó que: “Con este foco, el área de Cultura del Gobierno de Córdoba creó una serie de propuestas virtuales alternativas para ver desde casa durante el aislamiento: recitales, obras de teatro, lecturas, conferencias y charlas, recorridos de museos. Esto plantea dos grandes desafíos para nuestro trabajo de comunicación: por un lado, la virtualidad no resulta tan atractiva como disfrutar de estas cosas en persona y, por otro lado, somos un equipo grande que estamos, por primera vez, desde casa”.

El periodista José Luis Estrada Betancourt comentó que el universo digital ha tomado el protagonismo que exigen estos tiempos. “Lo importante es que la sociedad toda entienda que esas herramientas con las que ahora contamos —cada día son más en Cuba los que tienen acceso a Internet— nos pueden resultar de mucha utilidad si pretendemos vivir mejor… que pueden ser un medio que contribuya a alimentar nuestra espiritualidad”.

Yasel Toledo, vicepresidente nacional y periodista de la AHS, celebra las nuevas estrategias de promoción de nuestros artistas: “Más allá del periodismo en este tiempo de pandemia, resulta justo aplaudir la aptitud de muchos creadores que, desde las casas, brindan su arte, y también la colaboración en proyectos conjuntos de diversas instituciones, incluidas el Instituto Cubano de la Radio y la Televisión, el Instituto de la Música, el Ministerio de Cultura, la propia AHS y la UNEAC, que han favorecido las transmisiones en vivo de conciertos, eventos online de gran alcance y otras iniciativas”.

Ante la pregunta de un usuario que buscaba lo fundamental en el periodismo cultural para los invitados, sobresalió el decálogo que concibió de forma rápida y espontánea Pedro de la Hoz, en mi opinión, imprescindible para los que escribimos sobre música:

  1. Búsqueda y dominio de información general.
  2. Investigación y dominio de información especializada.
  3. Búsqueda de referentes.
  4. Transitar continuamente del texto al contexto y viceversa.
  5. Evitar juicios impresionistas, aunque la subjetividad es inevitable e imprescindible.
  6. Confrontar fuentes diversas.
  7. No dejarse arrastrar por la moda ni lo último en onda.
  8. Escribir bien sin efectismo ni rebuscamientos.
  9. Altura ética.
  10. Saber quién eres, de dónde vienes y hacia dónde vas.

Entre otros planteamientos, sobresalieron el de Yanetsy León, quien sumó el asunto del pago a los colaboradores, recordó “la voluntad de esos especialistas de querer publicar en los medios donde no siempre se dispone del pago de un derecho de autor decoroso. No todos están dispuestos a publicar gratis”. El periodista José Aurelio Paz apuntó: “Creo que la premura de querer aportar solidariamente y/o visualizarse, nos deja un resultado loable en lo social, mas no artísticamente hablando, cosas que debemos saber deslindar para no ser injustos ni extremistas”.

Los desafíos del periodismo cultural son inmensos, a los que Gloria Kreiman alienta con su reflexión: “El punto en común que encuentro en cada una de estas labores en cuanto a las particularidades que implica en ellas la pandemia y el aislamiento social es que, como en cualquier crisis, hay obstáculos y problemas pero también hay aprendizajes y desafíos”.


Notas

[1] León, Argeliers: Reflexiones sobre la crítica de música. Boletín Música, Casa de las Américas, No. 1, 1999, pp. 23.

 

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