Por MsC. Grisel Lince González
La música coral, en consonancia con el desarrollo alcanzado por esta manifestación musical en el país durante el siglo XX, ha estado presente en el ámbito formativo desde sus momentos fundacionales. La práctica del canto coral dentro de la academia ha sido constante y permanente, formando parte de los diferentes planes de estudio que han regido este accionar en los distintos niveles de enseñanza por los que transitan los estudiantes de los diferentes perfiles de la carrera de música.
En fecha tan temprana como 1981, con la promoción inicial del ISA, egresaron los primeros graduados de este nivel en la especialidad de Dirección Coral[1], y durante cuatro décadas esta formación ha mantenido un constante y ascendente desarrollo, dotando al país de un significativo número de artistas[2]. Estos han enriquecido, notablemente, el panorama coral, mediante el surgimiento de agrupaciones de muy alto nivel, lo que ha contribuido a la consolidación, diversificación y legitimación del movimiento coral profesional cubano.
Agrupaciones como el Coro de Cámara Cohesión, nacido en el propio seno de esta institución en 1983, Exaudi fundado en 1987; Schola Cantorum Coralina y Vocal Leo, en 1993; Ars Longa en 1994 y el Polifónico de La Habana en 1999; Ensemble Vocal Lunay Música Aurea, en 2002 , así como la Camerata Vocal Sine Nomine, en 2003, ejemplifican la tendencia creciente de este movimiento que contaba ya con sólidas agrupaciones como los coros Madrigalista, creado en 1955, Orfeón Santiago y Coro Nacional, en 1960, y una serie de coros provinciales, los cuales mantuvieron durante décadas la tradición en nuestro país del cultivo de este tipo de música.
El currículo para la formación universitaria en música del ISA ha considerado el canto coral como espacio vital para el desarrollo integral de las capacidades interpretativas del estudiante[3], por lo que, tradicionalmente, se ha contado con formaciones corales de diferentes tipos como coros mixtos: femeninos y masculinos, que han contribuido a la formación, tanto de estudiantes que se han desempeñado en el rol de cantores, como de los alumnos de Dirección Coral, estos últimos han ampliado sus capacidades y habilidades técnico-interpretativas, metodológicas y artísticas mediante el trabajo en estas agrupaciones.
En este contexto docente, la existencia de formaciones corales de cámara o ensembles de pequeño formato, ha estado estrechamente vinculada a las motivaciones de estudiantes y profesores de Dirección coral, en un afán de explorar y profundizar en el trabajo vocal, a través del descubrimiento e interpretación de repertorios diversos; empeño al que se han sumado, históricamente, muchos estudiantes interesados en cultivar y enriquecer su formación.
Surgieron así agrupaciones como Cohesión, (1983-1987) creada y dirigida por Zenaida Castro y con una innegable impronta en el decursar del movimiento coral cubano, Lira(1994-1996)liderada por Damarys Gómez, Studium Cuba XIII, (1995-1996) creado por la autora de este trabajo y nombrado así para participar en el Festival Internacional de Coros “Julio Villarroel” en Isla Margarita, Venezuela; Coro de Cámara del ISA, (2001-2005), dirigido Wilmia Verrier cuando aún era estudiante y durante sus primeros años de egresada, así como un sinnúmero de formaciones corales muy efímeras, nacidas con motivo de los recitales de graduación de muchos estudiantes del departamento de Dirección Coral o para eventos de diferente tipo; eso sí todas forjadas todas sobre la base del gusto y el disfrute de cantar en coro.




En el año 2014, la Facultad de Música crea el Coro de Cámara de la Universidad de las Artes, agrupación dirigida por la autora de este trabajo, y que ha estado integrada por estudiantes de las especialidades de Dirección Coral y Orquestal, Canto, Composición, Musicología, Cuerdas pulsadas, Viento y Percusión; interesados en cultivar y desarrollar la música coral, a través de obras de los repertorios europeo, latinoamericano y cubano, con énfasis en la producción de los siglos XX y XXI. Este proyecto, además, se ha propuesto estimular y difundir la creación coral de los jóvenes compositores de la institución, al considerar que el conocimiento de este repertorio por parte de intérpretes y públicos contribuirá a la preservación de la memoria histórica de la Universidad.
Con estas metas, y con el propósito de colocar la actividad del ISA de manera permanente en el mapa de la música coral de nuestro país, iniciamos en marzo de 2014, un camino de trabajo que no se ha detenido; paso a paso y, no sin dificultades, se han ido logrando los objetivos propuestos, en una dinámica de trabajo de permanente renovación.
En una agrupación coral de estas características, en la que cantar no es la actividad principal de la vida artística de sus integrantes, es fundamental estimular la motivación por el canto coral por parte del director, partiendo del diagnóstico de las particularidades y potencialidades de cada individualidad que integra el conjunto y poniéndolas a favor del desarrollo del trabajo. Cada cantor tiene que sentir que su aporte es decisivo para el logro de las metas propuestas, así como debe ser consciente de dónde están sus principales fortalezas, desde las cuales puede enriquecer el resultado en general.
La selección del repertorio, la proyección y dinámica del trabajo, la búsqueda de estrategias que satisfagan las expectativas de los integrantes con la actividad, son condiciones fundamentales para lograr el sentido de pertenencia y apropiación por parte de los intérpretes hacia el objetivo propuesto. Todos estos elementos han sido recurrentes en el trabajo del coro de Cámara de la Universidad de las Artes, a lo que se suma el incondicional apoyo recibido en estos años por la dirección de nuestra institución, sin el cual muchos de los lauros obtenidos aún serían sueños.
Desde los momentos iniciales esta agrupación ha representado a la Universidad en diversos espacios artísticos y académicos. En el mes de marzo de 2014, con solo semanas de trabajo, el coro participó en la V edición del Festival de las Artes del ISA, y en el mes de julio del propio año, tomó parte en su primer evento internacional: el XI Festival Internacional de Coros Corhabana2014.

Fotos: Archivo de la autora
Desde entonces, la presencia del coro en eventos especializados, así como en espacios artísticos y académicos de diversa índole ha sido permanente. Los festivales Mozart Habana en todas sus ediciones; de Música de Cámara A tempo con Caturla; Nacional de Música de Cámara; Semanas de Música Sacra de La Habana; primer Festival Internacional de Coros Universitarios FICORU, DF México; Festival Internacional de Coros de Santiago de Cuba “Electo Silva”; Temporadas de Música Coral Santa Clara Canta; de Música electrónica Eyeife; XI Festival Internacional de Coros Universitarios, en Ecuador; Internacional de Música Sacra Universidad UTE, también en Ecuador; y el XIX Festival Internacional Coral de Música Sacra, Pamplona, Colombia, son algunos eventos que han contado con la participación de esta agrupación, ya sea de manera presencial o virtual.



Un amplio repertorio ha sido abordado durante estos años. Obras que abarcan desde el siglo XIV hasta lo más reciente de la creación contemporánea con una fuerte presencia de repertorio creado en los siglos XX y XXI, integrado mayormente por obras originales; no obstante también se incluyen arreglos y versiones corales. En este repertorio se identifica un gran número de obras escritas en Cuba, así como una representatividad de repertorio europeo y de las Américas. En el contexto de la música cubana ha existido una notable presencia de compositores vivos y se evidencia la preponderancia de jóvenes creadores.
Ha sido una línea de trabajo del coro la difusión de repertorio creado por compositores que han tenido vínculos académicos con la institución, con énfasis en los más jóvenes, entre los que destacan los nombres de Mónica O´reilly, Ernesto Oliva, Daniel Torres Corona y Daniel Toledo, cuya obra ha sido interpretada por el coro, mayormente, en calidad de estreno. En el trabajo con estas obras se ha propiciado que los cantores tengan influencia en aspectos novedosos de la interpretación, realizando diversos aportes desde sus prácticas y saberes individuales. Por otra parte, la favorable reacción de los públicos ante la ejecución ha constituido una importante motivación, lo cual favorece el interés del coro en su estudio e interpretación.

Durante estos años, el coro ha sido convocado a participar en diversos proyectos sinfónico- corales que abarcan, desde obras icónicas del repertorio universal, hasta la creación cubana más contemporánea. En tal caso se pueden citar la Gran Misa en do menor, la Misa de Coronación y la .ópera La Clemencia de Tito, todas de Wolfgang Amadeus Mozart, la “Harmoniemesse” en si bemol mayor de Joseph Haydn; el Réquiem Alemán de Johannes Brahms, el performance Barracón de Ernesto Oliva y el poema sinfónico Habana 500 de Jorge Aragón, experiencias de gran significación e importancia para el crecimiento musical y artístico del coro, así como de cada miembro, y todo un privilegio para jóvenes artistas en formación, que han tenido la oportunidad de participar en acontecimientos musicales de tal envergadura.


Puesta en escena de la ópera La Clemencia de Tito de W. A. Mozart, Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, Octubre 2019. Fotos: Ubaíl Zamora.
Por otra parte, ha sido permanente la integración del Coro de Cámara a la vida universitaria en todos sus ámbitos, artístico, estudiantil, académico e investigativo, representando al estudiantado de nuestra Universidad en diversos espacios donde se requiere del arte joven.
Este trabajo ha sido reconocido por el Consejo Científico del ISA con el Premio de Investigación, otorgado al Coro como proyecto de mayor impacto en el ámbito artístico- cultural en 2017, y con el Reconocimiento especial entregado a su directora por la Contribución a la interpretación en Cuba de obras significativas del repertorio sinfónico coral universal, en 2020
El Coro de Cámara de la Universidad de las Artes es una agrupación que se ha construido desde la diversidad, tanto en la formación vocal y musical como del pensamiento interpretativo de los miembros que la integran. Su existencia constituye un proceso que ha abarcado diferentes etapas y se mantiene en constante renovación.
Con esta aproximación al trabajo coral de cámara, hemos pretendido descubrir características y prácticas académicas que ratifican la presencia del canto coral y su enseñanza en la historia de nuestra institución.
NOTAS
[1] La formación académica de directores de coros se inició en nuestro país en 1963, con la creación de la carrera en el Conservatorio Amadeo Roldán y la ENA donde se educaron nuevos profesionales, varios de los cuales al terminar sus estudios fueron enviados en distintas fechas (desde 1969 hasta la década de los 80) a completar estudios en países socialistas. En 1976, con la creación del ISA se establece la carrera en el nivel superior, contándose la Dirección Coral entre los perfiles iniciadores de la enseñanza superior de la música en nuestro país.
[2] Hasta el curso 2016- 2017 se han graduado de la Licenciatura en Música con Perfil Dirección Coral un total de 71 estudiantes.
[3] El Canto Coral es una disciplina formativa dentro del conjunto de disciplinas especiales para los diferentes perfiles de la Licenciatura en Música. Plan de Estudios “C” perfeccionado. Instituto Superior de Arte, Vicerrectoría académica, Julio 1999.
Una experiencia única e inexplicable,dónde en cada ensayo sales cargado de conocimiento, dónde al pasar de los días,esos hombres y mujeres ajenos y de perfiles distintos terminan siendo una familia,llena de generales, muchos ensayos y bañándonos en una piscina en Santiago que tardó 3 días en llenar,muchas gracias por dejarme ser parte de sus historias.
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Me siento muy orgullosa de haber formado parte del Coro de Cámara de La Universidad de las Artes, y haber sido alumna de la maestra Grisel Lince. Lo que se aprende es mucho!!! ❤️
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Bendecido de haber tenido la oportunidad de estudiar con los profesores del Departamemto de Dirección Coral en la Universidad de las Artes, ISA (maestra Carmen Collado y maestra María Felicia Perez), y sobre todo, por mi mentora la maestra Grisel Lince. Además, la experiencia de cantar en el Coro de Cámara del ISA fue fantástica. Larga vida!!!
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