Por Ada Oviedo. Investigadora de Arte
*Versión de la ponencia presentada en el Coloquio Internacional “Boleros de Oro”, UNEAC, 2022.
Se afirma que la voz es la más pura expresión del ser humano, algo que José Tejedor supo transmitir muy bien en su trayectoria musical por más de 50 años.
Invidente desde niño, gustaba de la música y el canto. Estimulado por su madre aprendió de forma autodidacta a tocar la guitarra y así se presentó con solo 15 años en la Corte Suprema del Arte de la emisora CMQ. La radio, justamente homenajeada en su centenario, mucho le debe a Tejedor sus grandes éxitos; sin olvidar a las victrolas, ese otro medio de difusión tan cercano al pueblo.

Programas estelares como “Tejedor en la tarde” en la emisora COCO y “En el albergue” de Radio Marianao, contribuyeron a perpetuar la memoria emotiva de boleros clásicos de su repertorio, entre ellos: Como nave sin rumbo, Vagabundo, Cuando estés muy sola, de Leopoldo Ulloa, Alfredo Gil y Andrés Castillo, respectivamente.
Su peculiar estilo interpretativo, en el que se destacó un timbre melodioso matizado por ligeros melismas y especial sentido del ritmo, le permitieron incursionar en todas las variantes del bolero, especialmente el moruno, modalidad en la que se sintetizan elementos hispánicos (cante jondo) unido a las esencias rítmicas llegadas de África, fusionados con los códigos estilísticos del bolero fundacional.
A todo esto se unió la voz de Luis Oviedo Mederos, quien le imprimió un sello inconfundible a este binomio de trascendencia histórica en la resultante sonoro-interpretativa del bolero por más de 40 años. Luis falleció en 2018 a los 87 años en la más precaria situación.
Las interpretaciones de Tejedor se enriquecieron, tímbricamente, con el acompañamiento del Conjunto Musicuba, formato instrumental por excelencia en la evolución y desarrollo del bolero bailable.
Las producciones discográficas ‒aunque no todo lo abundante que merecía su extensa e intensa carrera artística‒ se remontan hacia sus inicios, cuando Rogelio Martínez Díaz, entonces empresario, guitarrista y director de la Sonora Matancera lo descubre en plena descarga en el bar situado en Reina y Ángel. Es invitado por este a grabar su primer sencillo con el sello Rosy en 1957 con los boleros Con tu nombre en los labios y En mis tinieblas con el que conquistó los primeros planos en el mundo del disco en las décadas de los 50 y 60 de la pasada centuria.
Años después graban con la EGREM los LP Tejedor y Luis, Boleros José Tejedor y El estilo de Tejedor. Para acercar su obra a los soportes contemporáneos fue llevada a CD una selección de sus grandes boleros en la colección Las Voces del siglo realizada por el investigador Jorge Rodríguez quien fuera premiado a propósito del mismo en los Premios Cubadisco, en la categoría Compilación y archivo.
Para la salvaguarda y difusión de su obra se encuentra entre nosotros el autor musical Gilberto Castillo quien, con solo 17 años, se convirtió en el autor musical más joven que cantara sus boleros, destacan entre ellos Compréndeme más, Un día en el mes, Por lo que hiciste, entre otros.
Son numerosos los recuerdos y anécdotas que atesora Castillo, en su relación amistosa con Tejedor y Luis en su andar entre boleros y la bohemia de la época, recuentos que quizás se conviertan en un futuro libro.
José Tejedor es considerado una de las grandes voces en la historia de la canción cubana, sin dudas, su impronta contribuyó también al nombramiento del bolero como Patrimonio Cultural de la Nación.

UN TESTIMONIO de NUESTRA AMIGA e INVESTIGADORA de ARTE
ADA OVIEDO.
Me sumo a su escrito afirmando que JOSE TEJEDOR y LUIS son dos de los cantantes CUBANOS con lo que creci, en parte gracias a la RADIO, y tambien a LAS VICTROLAS ROCK OLA de mi Familia Basanta, que amplificaban sus interpretaciones en Marianao, La Lisa y La Virgen del Camino.
Ada Oviedo vive en la hermosa Villa de Guanabacoa, y es una esmerada investigadora desde su adolescencia en Las Escuelas de Arte Cubanas y en el CIDMUC.
Felicidades!
Toni Basanta, desde Vermont, EUA
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