Por: Lalau Yllarramendiz Alfonso. Musicóloga

La mañana del jueves 26 de enero se presentó en el XVIII Coloquio Internacional de Jazz “Leonardo Acosta in Memoriam” el documental Los jinetes del Apocalipsis, del realizador Miguel Ángel García (Cuba-Suiza). La proyección se realizó en la Nave 3 de la Fábrica de Arte Cubano a propósito de la ponencia: “Pianistas de jazz ganadores del concurso de piano del Festival de Jazz de Montreux”.
En entrevista para el blog “ Canto y el Tiempo”, Miguel Ángel García comentó sobre el concepto del audiovisual y particularidades de su proceso creativo. Oportunidad única de visualización, para el público cubano, de este documental dedicado a lo que García define como Escuela cubana pianística del jazz, integrada por Rodolfo Argudín (Peruchín), Harold López-Nussa, Marialy Pacheco, Jorge Luis Pacheco, Alfredo Rodríguez (junior) y Rolando Luna.
¿A qué debe su nombre este documental?
El documental Los jinetes del apocalipsis tiene como inspiración a estos famosos jinetes de la religiosidad que tienen como significado, básicamente, revelar la joven generación de pianistas de jazz de Cuba en un período de 30 treinta años aproximadamente. Estos “jinetes” que mostraron, con su talento y magia, cuánto significa la Escuela pianística cubana de jazz.
¿Cómo fue el proceso creativo?
El proceso creativo se genera a partir de mi experiencia de trabajo durante años en el Festival de Jazz de Montreux. Creo que hay un hecho importante que es, en primer orden, la participación de Irakere en aquel concierto antológico que yo recogí en el documental El acorazado Irakere.
Ahora vengo a Cuba a presentar Los jinetes del Apocalipsis que recoge las experiencias y testimonios de estos instrumentistas de jazz cubano que ganaron ese festival en sus distintas etapas. Es de la voz de esos pianistas que podrán escuchar la significación del festival y cómo llegaron a él. Creo que sus comentarios serán de gran interés sobre todo para las generaciones venideras.
¿Qué tuvo de particular la realización de este audiovisual, con relación a otras experiencias etnovisuales que ha tenido en su experiencia profesional?
Lo singular de esta realización es que fue realizada en momento de pandemia. Hace tiempo estaba pensando en un trabajo como este y lo que hice fue convocar a estos jóvenes pianistas para ver si estaban dispuestos a concederme una entrevista. Justamente, la pandemia permitió que todos estuviesen en casa, prácticamente sin poder trabajar, excepto sus ensayos y el estudio diario. Tuvimos esa posibilidad de que todos estuviesen ansiosos por trabajar y a todas las puertas que llamé, estuvieron abiertas para hacerlo. Así fue como aconteció la realización de este trabajo documental.
¿Qué significa proyectar este documental en esta edición del Coloquio Internacional de Jazz ¨Leonardo Acosta in memoriam?
Justamente, este coloquio es un espacio que me ha permitido en los últimos años exhibir todos los trabajos que he realizado con estos materiales que, en mi opinión, son patrimoniales porque abarcan hechos importantes de la historia musical de Cuba referentes al jazz.
El primer material que presenté fue dedicado a Peruchín por su rol en la primera edición internacional del Festival de Jazz de Montreux. Después hemos trabajado con otros audiovisuales, también patrimoniales, por ejemplo el de la Orquesta Cubana de Música Moderna que fue, a mi modo de ver, el punto de partida para las siguientes generaciones de músicos cubanos.
Como hecho significativo se puede narrar que de allí derivó el nacimiento de la agrupación Irakere, una banda que ha marcado un antes y un después en la historia del jazz latino y afrocubano (como se le prefiera llamar). En esta ocasión presento este trabajo que considero de gran importancia por la repercusión que ha tenido la escuela cubana de piano de jazz en este festival de Montreux, uno de los más relevantes en esta dentro de la escena musical del mundo.
Este documental puede ser disfrutado también en la web, entre otros sitios en su canal de YouTube que lleva por nombre Afrokuba.