Falleció este sábado en La Habana el querido maestro Alfredo Diez Nieto.

Alfredo Diez Nieto, compositor, pianista, director orquestal y pedagogo (1918-2021), fue reconocido como el más longevo compositor cubano en activo, pues, hasta muy avanzada edad, aportó un importante legado al repertorio de concierto con impresionante lucidez y compromiso con la música y la cultura cubanas.

Defendió en todo su catálogo una estética nacional, reconociendo la obra de Amadeo Roldán como su principal influencia. Entre sus obras pueden significarse creaciones sinfónicas, entre ellas tres sinfonías y otras emblemáticas como Los diablitos y Sudor y látigo, esta última para voz y orquesta, además de piezas para instrumentos solistas y formatos de cámara, como la Gran Sonata para piano, la Sonata para violín y el Quinteto para orquesta de cuerdas.

Su impronta como docente, durante más de siete décadas, dejó huellas invaluables en varias generaciones de músicos cubanos y de otros países. Desde 1934 impartió clases en los conservatorios habaneros Iranzo, Costa, Bosh y Kohly. En 1959 fundó, organizó y dirigió el Conservatorio Alejandro García Caturla. Paralelamente, fue profesor de Armonía en el Conservatorio Amadeo Roldán, en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y, desde su fundación en el año 1976, figuró como profesor de las Cátedras de Armonía Contemporánea, Composición y Contrapunto y Fuga en el Instituto Superior de Arte (ISA), además de permanecer en la Comisión Metodológica hasta su jubilación en 1988.

En 1963 fue nombrado director de la Escuela para Instructores de Arte, donde realizó cambios en los planes de enseñanza. También ofreció voluntariamente cursos de Armonía, Contrapunto y Fuga durante los años 1965 y 1966 en la Banda del Estado Mayor del Ejército. Además, fue Asesor Nacional del Movimiento de Aficionados, perteneció a Comisiones Metodológicas e intervino en los planes de la Reforma de la Enseñanza Musical.

Uno de los hitos de su trayectoria fue la fundación, junto al musicólogo y pianista Odilio Urfé, del Instituto Musical de Investigaciones Folklóricas, IMIF (1949), el cual luego fue transformado en el Seminario de Música Popular (1963). Allí fue responsable de la organización y diseño de los programas de estudios de la docencia especializada para músicos profesionales. Como parte de este trabajo fundó y dirigió la Orquesta Popular de Conciertos Gonzalo Roig (1965-1988).

Luego de su jubilación continuó vinculado a la enseñanza de la música de forma sistemática. Como resultado de esta larga e intensa labor, escribió varias obras didácticas: Contrapunto (Ediciones Cidmuc, 2014), La Armonía y su aplicación y Principios de las Formas Musicales (Ediciones Cidmuc, 2020), Teoría de la Música y La Didáctica general en la Educación Musical, estas últimas inéditas. Además, su catálogo autoral quedó registrado en las producciones fonográficas Capricho cubano (Producciones Colibrí, 2011), Sinfonía Cubana (EGREM, 2018) y Alfredo Diez Nieto. 100 años de música (Producciones Colibrí, 2019).

Por sus relevantes contribuciones a la cultura cubana, le fueron conferidas numerosas condecoraciones, entre ellas los Premios Nacionales de la Música y la Enseñanza Artística, el Premio Maestro de Juventudes, por la Asociación Hermanos Saíz, y la Orden Félix Varela de Primer Grado que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba.

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