Por Dra. Yamira Rodríguez
Fotos: Cortesía de la autora
La maestra Dolores Flovia Rodríguez Cordero, nació en La Habana, Cuba, el 7 de mayo de 1952, es Master en Arte (2001) y Doctora en Ciencias sobre Arte (2008). Durante su trayectoria ha sido profesora e investigadora, desempeños que han sido fruto de un arduo trabajo académico realizado tanto en Cuba como a nivel internacional.

Su carrera comenzó a forjarse dentro de sus estudios en la Escuela Nacional de Música (1962-1964), en el Conservatorio Amadeo Roldán (1965-1971) y en la Escuela de Música Manuel Saumell (1970-1971), allí construyó las bases para encaminarse hacia un desempeño laboral que posteriormente puso en práctica al ser metodóloga de música en el departamento de Escuelas Pedagógicas del Ministerio de Educación (1977-1990). Su carrera tuvo tal ascenso que durante el trayecto profesional fue Vicedecana Docente (1993-1997), profesora de Solfeo (1993-1996) y Pedagogía Musical del ISA desde 1993 hasta la fecha, denominada a partir del 2010, como Didáctica aplicada a la Música.
Se reconoce por su labor dentro de la investigación a través de la autoría de textos y artículos publicados en revistas nacionales e internacionales, del mismo modo su perfeccionamiento dentro de la enseñanza de la investigación y la práctica de tutorías en el área de la música se pueden relacionar en gran medida con su trabajo como Coordinadora General de la Maestría en Procesos Formativos de la Enseñanza de Artes desde el 2011 hasta la actualidad. Con anterioridad ocupó la responsabilidad académica de coordinadora general del Diplomado en Pedagogía y Psicología del Arte (1999-2004) -considerado a partir del 2001- como proyecto de la Oficina Regional de la UNESCO, así como del Diplomado en Pedagogía Musical (2004-2006).
En lo personal la maestra Dolores Rodríguez ha sido una guía dentro de mi desempeño académico y profesional. Nos conocimos en las clases de Maestría en Artes: mención música; tuve el privilegio de ser su estudiante. Sus clases eran maravillosas, llenas de sabiduría, amabilidad, amor y total entrega de su parte hacia todos sus estudiantes. En estos encuentros se podían apreciar especialmente los conocimiento y el profesionalismo alcanzado al impartir educación musical, didáctica y pedagogía; esto en directa relación con sus labores desarrolladas en este ámbito desde su etapa como estudiante, durante los años 1968-1970. Esto ponderaba cómo ella, desde temprana edad, comenzó a forjar los conocimientos que afirman sus reconocimientos dentro del área de la educación.
Así mismo, es pertinente destacar su trayectoria como alumna ayudante de la asignatura Apreciación Musical en la Escuela de Artes y Letras, de la Universidad de La Habana, y además, se afirma que su labor ejerciendo la docencia en las Escuelas Pedagógicas José Martí y Presidente Allende, así como su estancia como profesora en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, constituyeron bases fundamentales para el desarrollo de esta docente.
Su ardua labor como investigadora, cuyos resultados se observan en sus libros Metodología de la música (en conjunto con la Maestra Carmen Valdés Sicardó) (1979), Orientaciones metodológicas de Educación Musical, Pensamiento musical-pedagógico en Cuba: historia, tradición y vanguardia (2009) con la maestra Nadiesha Barceló Reina, entre otros trabajos académicos, validan ese amplio caudal de conocimientos, reconocido en Cuba y fuera de sus fronteras. La relación de sus publicaciones con lo aprendido dentro de las clases permite identificar las características como docente de la maestra Rodríguez Cordero, las cuales la prestigian dentro de un ámbito académico y resultan de gran ayuda en la formación de los estudiantes.
Al conocerla surgió una especial y recíproca simpatía entre las dos; más que maestra y alumna, llegamos a ser, con mucho respeto, amigas, luego de todo el saber que me trasmitió en su materia. Al finalizar los estudios de maestría fue la presidenta de mi evento de sustentación de Tesis de Maestría, y esa tarde me sentí muy segura, en gran parte, por su compañía, en tanto siempre fue muy motivadora hacia el conocimiento y valoraba mi disciplina y compromiso con los estudios que me encontraba realizando. La confianza que transmitía dentro de la sustentación puede deberse a su trayecto como investigadora y el acompañamiento que ha realizado como tutora en diversas investigaciones especialmente apoyando proyectos relacionados con la formación académica y la didáctica musical. De hecho, ha dirigido aproximadamente, veinte tesis de maestría -tres de ellas tutoradas por ambas-.
En cuanto al evento de sustentación de trabajo de grado de la maestría, considero que fue un maravilloso evento, obtuve una excelente calificación por parte de todos los miembros presentes, y sentí como cada uno de ellos disfrutó mi triunfo, entre ellos la maestra Rodríguez Cordero. Escuchar sus “felicitaciones” me llenó de orgullo, porque sentía que había avanzado en el camino de la investigación, tan importante para mí como músico-instrumentista-pianista. Realmente la maestra Rodríguez Cordero significó una gran inspiración.
Considero, además, que el trabajo dentro de la biografía de la maestra cubana es fundamental. Su participación en eventos nacionales e internacionales, su intervención como ponente da muestra de su valía en el ámbito académico. Es pertinente reconocer que muchas de sus ponencias están enfocadas también en la pedagogía, como lo fueron sus ponencias en congresos de pedagogía del Ministerio de Educación en los años 1986, 1990, 1993, 1997 y 2009, entre otros eventos con fundamentación en esta área.
Uno de los aspectos más gratificantes dentro de su asesoramiento ha sido la oportunidad de consultarle aspectos académicos. La maestra siempre posee una respuesta correcta, adecuada y daba de sí todo ese inmenso conocimiento investigativo musical que posee. Podría destacar también sus conocimientos de historia, los cuales pueden ser reconocidos mediante su trabajo de investigación que aparecen en el libro la Historia del pensamiento pedagógico musical en Cuba (siglo XIX y primera mitad del siglo XX).
NUEVAS EXPERIENCIAS Y RETOS COMPARTIDOS
Transcurrido un año desde la finalización de la maestría, retomé mis estudios y esta vez fue para obtener mi Doctorado en Ciencias sobre Arte, y nuevamente la motivación de la maestra Dolores fue indispensable en mi decisión de continuar el camino iniciado con la maestría.
Considero que su constancia y permanente participación en diversos proyectos, su autoría de artículos, asesoramiento y tutoría, entre otros logros académicos, han sido esenciales en la construcción de la maestra que hoy conozco y por la cual siento una profunda admiración al conocer su distinción en la Mención anual de Investigación Cultural 2011 del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, concedida por su citado libro Pensamiento musical-pedagógico… en el que participó como autora principal en colaboración con la profesora MsC. Nadiesha Barceló.
El intenso y sostenido trabajo investigativo de la maestra Dolores Rodríguez igualmente se ha visto reafirmado en las distinciones recibidas en el ámbito académico y profesional, tal es el caso de la Medalla José Tey (2011),su nominación enmarca un relevante trabajo en el desempeño de la pedagogía en Cuba y enaltece la experiencia de la Maestra. A un reconocimiento de tal envergadura se suma la Distinción Nacional por la Educación Cubana (2008), la medalla Rafael María de Mendive y las órdenes Frank País de primer y segundo grados. Las medallas, nominaciones y distinciones hablan por sí solas de su destacable trabajo en la educación.
A estos merecimientos vale agregar haber sido ganadora del tercer Premio de la UNEAC de Musicología “Argeliers León”, distinción de la que fue merecedora, a propósito de su trabajo “Historia de la preparación pedagógica del egresado de musicología (Apuntes para un estudio prospectivo)”y que responde a una preocupación de futuridad por una parte y por otra, de su eficiente influencia en los estudiantes.
La maestra Dolores Rodríguez, además ha publicado escritos musicales de alta relevancia que permiten comprender su abordaje dentro de la música y su formación. Entre estos trabajos destacan Metodología para la enseñanza de la música (1987), en coautoría con Carmen Valdés y Georgia Guerra, texto en el que da cuenta de sus influencias para llevar a cabo la pedagogía musical. Además, se avalan otras propuestas como Historia del arte (1989), tomo I, que realizó junto a Ramón Cabrera y otros especialistas y Tomo II de su total autoría; en todos se aprecia una ardua revisión histórica sobre la representación del arte.
Finalmente, debo destacar que su estudio sobre la obra del maestro pedagogo Gaspar Agüero y su excelente trabajo sobre la vida y obra de este gran pensador cubano, me hizo tomar la decisión de estudiar a quien fuera el maestro de Neuman, a quien había dedicado mis estudios de maestría, y era el gran maestro Pedro Biava Ramponi. Le comenté a la maestra mi idea de estudiar ambas figuras, maestro-discípulo, y ella fue quien dio el impulso necesario para llevar a cabo ese deseo, que hoy es toda una realidad, tras la publicación de la vida y obra de ellos. Sin su apoyo, conocimientos y experiencia profesional, esta última validada, por ejemplo, en la “Conferencia de La obra pedagógica del músico Gaspar Agüero Barreras”, no habría sido posible para mí asumir este estudio sobre el maestro Neuman. En este sentido, la maestra Rodríguez Cordero me facilitó abordar características sobre los exponentes en la pedagogía musical, todos relevantes para mi desempeño.
Por lo tanto, cabe destacar que el trabajo y la carrera de Rodríguez Cordero es tan extenso que dentro de mi reseña he optado por destacar solo aquellas obras, eventos, participaciones y trabajos pedagógicos que me más han influido en mi desempeño profesional. No obstante, no existe forma de integrar todo el trabajo realizado durante la vida de la Maestra de una forma sintetizada Es de reconocer que sus trabajos en la pedagogía y la didáctica no solamente se demuestran mediante el material académico que se encuentra dentro de sus investigaciones, sino que se representa, igualmente, en la calidad de la relación que maneja con sus alumnos y compañeros dentro del ámbito académico, así como la práctica en espacios formativos.
Magnífico reportaje sobre la maestra Dolores Flovia a la cual tengo gran respeto profesional y agradecimiento por su ayuda en un trabajo que realicé sobre la metodología de la enseñanza en la cátedra de viento madera que estará en proceso de edición por el CIDMUC.
Gracias por escribir y resaltar la labor de la maestra Dolores.
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